jueves, 23 de septiembre de 2010

Cómo piensan los adolescentes

Los adolescentes... ¿Quién los entiende? Pueden demostrar una madurez sorprendente en un momento, y luego se dan la vuelta y hacen de las suyas haciéndote salir de tus casillas.
De manera que, ¿cómo puedes ayudarte a ti mismo—y a tus hijos—a sentirte y a que se sientan mejor al tomar las llaves del auto? Para empezar, puedes ayudar a tus hijos a tomar decisiones de manejo más sensatas con la información que encontrarás a continuación.
A medida que aprendas cómo piensan los adolescentes, verás cómo el desarrollo de su cerebro, las influencias sociales y crecer en el mundo de hoy pueden influir en su forma de manejar.

El Cerebro Adolescente

Tus hijos pueden comenzar a tener la apariencia de adultos jóvenes—pero recuerda: Los que están detrás del volante son tus hijos. Y su cerebro aún debe crecer. Un cerebro adolescente en desarrollo puede hacer que un conductor adolescente corra más riesgos que un adulto. Tomar conciencia de eso es el primer paso para ayudar al adolescente a aprender a manejar con más precaución.
El cerebro continúa desarrollándose hasta los 25 años de edad. Eso significa que, a los 16 años, el cerebro sólo está parcialmente desarrollado.
Hay 5 causas principales de accidentes de adolescentes relacionadas con el cerebro adolescente.
  1. Temperamento arriesgado
  2. Limitaciones de su capacidad para resolver problemas
  3. Dificultades relacionadas con la ubicación, la distancia y la velocidad
  4. Distracciones
  5. Inexperiencia
Autores como Piaget defiende que la madurez cognoscitiva llega al adolescente debido a los cambios internos, como la maduración de su cerebro, y externos, como el ambiente social más amplio que ofrece mayores oportunidades para la experimentación. Esta serie de cambios que el joven experimenta son claves para su desarrollo y la ausencia de alguno de ellos puede ocasionar que tarde más tiempo en alcanzar la madurez cognoscitiva. Características típicas del pensamiento adolescente David Elkind realizó numerosos estudios a jóvenes adolescentes y a sus familias y concluyó que el pensamiento de las personas que tienes entre 12 y 18 años de edad se caracteriza por: encontrar fallos en las figuras de autoridad tendencia a discutir indecisión aparente hipocresía autoconciencia centrarse en uno mismo.

Con su nueva capacidad para imaginar y plantearse ideas a partir de otras ideas o conceptos, los adolescentes se vuelven conscientes de cómo podría ser el mundo en el que viven y se dan cuenta de que las figuras de autoridad, como padres tutores, que hasta ahora ellos consideraban como únicos poseedores del conocimiento, pueden equivocarse. Así, las figuras parentales y el profesorado se les caen del pedestal y los jóvenes comienzan a sentir el impulso constante de decirlo bien alto y con frecuencia. De ahí las constantes oposiciones a lo que los padres dicen y las comparaciones con lo que opinan o hacen los padres de los otros chicos y chicas. Por otro lado, a esta edad se tiene la necesidad de discutir sobre los temas que a uno le preocupan y así aportar el propio punto de vista. De esta forma se irá conformando la personalidad del futuro adulto y por ello, es necesario cuestionarse todo a su alrededor constantemente.

Tomar decisiones es otro tema que plantea muchas dificultades a los adolescentes Cuando se trata de ele ir entre dos o más posibilidades aunque se trate de cosas sencillas los adolescentes suelen bloquearse ya que hace muy poco tiempo que han comenzado a ser conscientes de que existen múltiples opciones que adoptar cuando afrontan una situación. Por lo que tardan mucho tiempo para decidir cosas tan sencillas como qué ponerse para ir a clase poniendo a prueba la paciencia de sus padres. Por otro lado, los jóvenes de estas edades parecen adoptar muchas veces posturas hipócritas, p ya que buscan ideales y los adoptan con gran pasión, pero sólo de forma conceptual porque después no actúan de forma consecuente con ese ideal. Este es el caso por ejemplo, de una chica que se hace vegetariana para que no maten a los animales pero luego le encantan las prendas de piel. Otro fenómeno que experimentan los chicos y chicas de esta edad es el de la autoconciencia imaginaria representada por un observador que existe sólo en la mente del adolescente y que le habla constantemente y de forma preocupada por su aspecto, conducta y pensamientos. La autoconciencia imaginaria censura y asesora al joven en todo lo que hace, ocasionándole más de algún problema ya que obstaculiza la decisión constante que tienen que hacer entre los que les interesa a ellos y a las personas con las que se relacionan. De ahí que parezcan tan egoístas. Además, tienden a creer que lo que opina su audiencia sobre ellos mismos es lo que piensan sus amigos, familiares, profesores e incluso desconocidos con los que se encuentran por la calle.

La última característica del pensamiento adolescente que se mencionó al comienzo de este artículo es el centrarse en sí mismo . Para aclarar este concepto, Elkind introduce el término mito personal que nos habla de la convicción que tienen los adolescentes de que son especiales, únicos y que no están sujetos a las reglas que rigen el resto del mundo. Con toda esta actividad en sus cabezas, no es de extrañar que los adolescentes siempre parezcan estar en su mundo y que a veces nos respondan de forma agresiva, como si los molestásemos. Seguramente que fue así: interrumpíamos la conversación que estaban teniendo con ellos mismos.





Cómo entender el razonamiento de los adolescentes

Al hablar con un adolescente, más de una vez habremos tenido la sensación de hablar idiomas diferentes. Te ayudamos a saber cómo piensan, y como deberías actuar en consecuencia

Los tiempos han cambiado, y mucho. Hoy en día, los padres pasan largas horas fuera de su casa a causa de sus obligaciones laborales, mientras que sus hijos son más bien criados por la televisión e Internet, medios que le muestran un mundo del que la mayoría de sus padres no tienen mucha noción.

Por ello, no es extraño que entre estos jóvenes y sus padres exista en ocasiones un abismo, especialmente en lo que se refiere a la comunicación.

Por eso mismo, para evitar que ese espacio se ensanche hasta límites irreversibles, los expertos recomiendan poner límites claros y hablar muy honestamente, desde temprano y de forma regular.

Con todo, no sería raro que muchos padres sientan que están hablando con un marciano cuando tratan de comunicarse con sus hijos adolescentes. Y viceversa.

A veces, en medio de las fuertes emociones que se generan en una discusión, o incluso en una charla casual cómo cualquier conversación diaria, cierta broma que para alguno de los dos puede ser algo menor, para el otro puede realmente parecer una ofensa que no aceptarían recibir.

En realidad, no es que los padres y sus hijos adolescentes no puedan comunicarse, sino que la distancia que los separa es a menudo difícil de salvar.

Los padres tienen suficientes problemas buscando recordar donde dejaron las llaves del coche, o si pagaron la factura del teléfono este mes, y no disponen de tiempo como para recordar cómo se sentían cuando eran adolescentes; sus hijos, por su parte, pueden encontrar directamente imposible imaginarse como es vivir sumido en las obligaciones diarias que implican mantener un trabajo y una casa.

Según afirman los especialistas, cuando los hijos llegan a los 17 o 18 años, ya son evidentes los mayores puntos de confrontación con sus padres, pues, de hecho, los chicos en esa edad ya han tenido en más de una oportunidad ásperas discusiones con sus progenitores.

Llegado este punto, se debe saber que, mucho más que la comunicación en si misma, importará la firmeza y el control (esto mismo puede suceder con las chicas y sus madres).

Sin embargo, para evitar llegar a estas situaciones, la comunicación y la negociación pueden ayudar mucho, y de hecho también podrían ser útiles para atemperar el calor de la discusión. Pero para saber como poner en práctica la comunicación, es necesario conocer como piensa quien se encuentra del otro lado.

Por eso, le presentamos cinco casos comunes de choques entre padres e hijos adolescentes, junto con un comentario sobre los que verdaderamente se piensa y por qué. Y, por su puesto, lo que podría hacerse, como padres, para llegar al mejor de los finales.

Situaciones comunes y cómo manejarlas

Un chico quiere salir de noche con algunos amigos, pero su padre no quiere darle permiso.

El padre: ¿Hay algún adulto que los acompaña? ¿Quiénes son estas personas? ¿Qué estarán haciendo a esta hora? ¿Qué sucedería si los asaltan o tienen un accidente?

El hijo: Estos son mis amigos. Sabemos lo que hacemos. Yo no soy un bebé. ¿No confían mis padres en mí?

Los adolescentes están en una etapa complicada, en donde no son chicos pero tampoco son adultos, por lo que a menudo están en una posición donde quieren ser tratados como adultos pero no quieren tomar la responsabilidad que ello trae consigo.

Aquí, la respuesta de los padres debe ser que no es que no confíen, sino que sólo buscan cerciorarse de que una persona responsable estará con ellos para el caso de que haya una emergencia.

Tampoco sería mala idea que consulten con los maestros de sus hijos si ellos los creen responsable para ciertas actividades, y con lo adolescentes mismos para ver si están dispuestos a describir con todo detalle lo que piensan hacer y cómo planean mantenerse en contacto.

Si existen recaudos, dejarlos tomarse buenos momentos con sus amigos puede ser lo más beneficioso para ambos.

Pero en este caso concreto, si la salida consistirá simplemente en grupo de niños sin ninguna supervisión adulta, especialmente hoy en día, donde existe mucha delincuencia, lo mejor sería ser firme y prohibirlo.

Y si después de que los padres le nieguen el permiso, el chico se despacha con algo como "¿que es esto, un campo de prisioneros?"

Usted podría quizás decir, "Sí, si lo necesitas ver de esa manera. Serás libre en unos pocos años, pero en este momento vives en esta casa y bajo estas reglas".

La madre o el padre le dicen a la hija que debe limpiar su cuarto, pero luego encuentran que la joven apiló todo de forma totalmente desordenada en un oscuro rincón del armario.

Padres: Nosotros no podemos aceptar la manera en que ella mantiene su cuarto. ¿No le importa nada de que nosotros querramos tener una casa agradable y ordenada? ¡Es muy irrespetuosa!

Hija: Estoy demasiado ocupada, y no tengo tiempo de limpiar mi cuarto ¡Pero de todos modos, es mío así que no sé por qué debería importarle a ellos!

Según los expertos, existen muchos diferentes enfoques para tratar este conflicto. Uno de ellos sería diciendo al hijo que, después de todo, ese es su cuarto, por lo que si quieren mantenerlo hecho un lío, será problema de ellos, pero que no pidan que la “mucama” entre en ningún momento.



Otra táctica, que de todas formas puede no funcionar para todos los padres e hijos, será tener una postura igualmente conciliadora y reconocer que ambos conviven y todos son responsables en parte de todo, por lo que podrá proponer ayudar a limpiar el cuarto del chico si él lo ayuda a limpiar el auto.

Esta última propuesta, llegará también a ser, por lo menos, un proyecto conjunto y una oportunidad de mantener una conversación, pues muchas veces, esta clase de tareas compartidas brinda un momento propicio como para ir más allá de la simple obligación de la tarea.

 
Lee más...
Pincha arriba para leer más


Estamos en un mundo CONSUMISTA, regidos por la ley del mercado, quien impone qué se debe consumir. Además impone modas, entre ellas, el consumo de sustancias.

En la década del 90 fue el boom del consumo de alcohol entre los adolescentes, y en menor medida sustancias ilegales.
En los ´70 fue la heroína (moda yanki) y hoy es común que los adolescentes consuman marihuana, alcohol y cuando se mezcla con pastillas la llamada ”jarra loca”.
Esto nos habla de un consumo cada vez más exacerbado y agresivo, fiel reflejo de este sistema globalizado.

El UNICO posible acercamiento y la reconstrucción de los lazos Padres/hijos, es que:
1- los padres entiendan que hay un entorno psicosocial que influenciará en la conducta de sus hijos
2- que los padres deben ser los referentes de sus hijos, deben dar el ejemplo, y no vale la frase "haz lo que yo digo y no lo que yo hago ó alguna vez hice!!"
3- entender que si bien hay diferencias generacionales con distintas visiones sobre la vida, éstas deben ser enriquecedoras para ambos:
en las diferencias se aprende

martes, 21 de septiembre de 2010

Cómo ayudar a tu hijo con su primer amor

Etapa inevitable, pero que preocupa a todos los padres. Estrategias para ayudarlo cuando llega el momento del 'primer amor'

¿Recuerda su primer amor? ¿Cómo pensaba en ese entonces respecto del mismo? ¿Creía que duraría para siempre?

El aprendizaje de las relaciones afectivas no es en absoluto fácil, y si a esto se le combinan las inestables hormonas juveniles, es fácil darse cuenta de por qué las relaciones amorosas en los jóvenes pueden llegar a ser tan conflictivas.

¿Qué hacer entonces cuando se ve que un adolescentes está sumamente implicado en una relación que llega a ser demasiado intensa, pero no tan sana? ¿Cómo manejar, por ejemplo, una situación de celos o posesividad?
A continuación, le ofrecemos algunos consejos que hemos recabado de los mismos padres: puede que ellas le ayudan a guiar a su joven hijo por el sendero de una relación sana.

Ayudando a su hija

Es importante que le señale a su hija en que momento su novio esta actuando incorrectamente. Si él la trata de una forma posesiva, dígale a su hija que usted no aceptaría vivir así. Todo esto podrá hacer que vaya tomando conciencia de la situación. Lo importante, será disuadirlas antes que prohibirles, pues prohibiéndole ver a la pareja solo podría estimular más su adolescente y rebelde alma.

En este sentido, lo ideal sería que se tome las cosas con calma y tiempo, o trate de implicar más al novio en las actividades de la familia, para controlar mejor la relación y posiblemente lograr con él una comprensión mutua.

Sepa que imponer el hecho de que cese la relación sólo causará resistencia y falta de comunicación. Por otro lado, sería peligroso e irresponsable permitir que una niña se defienda por sí misma, siendo tan inexperta en las relaciones. Por eso, el mejor primer paso hacia una solución, deberá ser, como señalamos, implicar a ambas partes en la comunicación, persuadiéndolos pero también aconsejándoles.

Pregúntele a su hija qué es lo que sinceramente quiere ella para su vida, sus metas, etc. Puede parecer una cosa muy difícil de hacer, pero ella apreciará y necesitará de su cuidado, y su amor propio será mejor si se le respetan las propias elecciones, que no obstante deben ser guiadas.

Se debe tener también en cuenta que las chicas que se desarrollan más temprano, tienen mayores probabilidades de mantener una vida sexual más temprana, por lo que es necesario tener un cierto control sobre ellas, pero aceptando que sus sentimientos son muy normales, pues toda joven adolescente necesita enamorarse, besarse y en algunos casos ir más allá.

Sin embargo, para permitir que su hija pueda gozar su naciente sexualidad de una manera segura, sería importante que incentive las reuniones con grupos de pares que usted conozca. Organice estas reuniones, para que las jóvenes no estén solas y conozcan gente apropiada.

Asimismo, será atinado que le haga saber a su hija que sus inclinaciones sexuales están bien, pero que eso no significa que ella sea libre para actuar sin responsabilidades.

La educación sexual tiene que incluir lo que ella puede hacer para expresar sus sentimientos de intimidad, y aquello en lo que debe tener mucho cuidado o bien esperar. Si sólo dice no, su joven adolescente nunca vendrá a usted para pedirle consejos, y eso puede ser más inseguro. Proporciónele libros y la posibilidad de hablar con un adulto con quien ella sienta comodidad, además de usted mismo.

En cualquier situación de pareja, si existe una fuerte señal de una relación abusiva, llame a un centro de información sobre abuso y consulte como podría tratar este problema.

El caso de los varones

Por supuesto, tampoco los hijos están exentos de problemas a esta edad, sobre todo por que la mayoría de los diálogos sobre sexo y romance se formulan sólo entre madres e hijas.

Ellos quieren verse atractivos y deseables para el sexo opuesto. Eso no es nada nuevo. Sin embargo, es importante que no se pierda de vista un asunto fundamental, que es que sus hijos no tienen mucha idea de cómo lograr esto, y, basados en la nociva publicidad, muchos pueden creer que los bienes materiales son fundamentales para esto.

En efecto… ¿Cómo esperamos que nuestros hijos sepan lo que una chica quiere, sus necesidades, o qué encuentran atractivo, si nosotros no les desentrañamos para ellos los misterios de las mujeres?

Por eso, la primer pregunta que debería hacerle es: ¿Qué piensa él que impresiona a una chica? Es probable que conteste que esto es obvio, que son los autos, el dinero, o el éxito. Dígale que, en cambio, las chicas interesantes aman la honestidad, los gestos de cuidado, etc.

Los chicos necesitan tanto, si no más, de instrucciones sobre el romance que las chicas. Sin dudas se sorprenderán.









El primer amor





Dicen que "El primer amor nunca se olvida", una frase muy cierta porque independientemente de que como haya sido esa experiencia, indudablemente se queda en nuestros recuerdos.
Aunque pase el tiempo, si las personas se vuelven a encontrar con quien fue su primer amor, se despiertan ciertos sentimientos que se creían olvidados, y a veces es tan fuerte que vuelve a reunir a la pareja e incluso a causar grandes problemas cuando cada uno tiene por su lado una relación sentimental formal.
¿Que es lo que hace a ese primer amor inolvidable?, ¿A que se deberá que ese primer amor en cierta forma nos marca? .

Realmente cualquier cosa que hagamos o tengamos por primera vez es difícil de olvidar y mucho más en el terreno del amor, nos deja una marca indeleble en el alma y el corazón.
El amar por primera vez es un despertar a una gran variedad de sentimientos que no habíamos experimentado antes por nadie.
Es un amor muy diferente que nos arrebata una etapa de nuestra vida para ubicarnos en otra donde no sentimos crecidos, plenos y totalmente vulnerables. Sinceros y dispuestos a entregarlo todo.
Vemos las cosas de mejor humor, sonreímos y somos más accesibles; nuestra autoestima se eleva, ya que nos sentimos más seguros porque de alguna forma a través de nuestra pareja, nos vamos conociendo, nos aceptamos y queremos.

Iniciar en el amor da paso a numerosas sensaciones; con el puede venir el primer beso y la primer caricia que nos hacen estremecer, nos hace sentir ese cosquilleo por todo el cuerpo.
Asi también al primer amor lo celamos profundamente, el sentido de pertenencia es muy fuerte y ante la desilusión o traición, experimentamos un enojo incontrolable y al mismo tiempo una fuerte depresión; estados de ánimo hasta entonces desconocidos.
Comúnmente aparece en la adolescencia, etapa donde la presencia o el recuerdo de ese primer amor es mucho más fuerte ya que también entran en juego las hormonas, provocando en los chicos: deseos, necesidad y al mismo tiempo ansiedad.

A partir de ese amor, generalmente los jóvenes encuentran un punto de partida a su vida amorosa y a la apreciación de un mundo completamente distinto.
Dicen que el primer amor y las experiencias acumuladas durante esa etapa son la puerta a los demás amores, incluso se puede tomar como la mejor referencia para las futuras relaciones.
Y aún cuando esa relación haya sido muy perturbadora, muchas veces y sin darnos cuenta, buscamos parejas que se parezcan a ese primer amor.
Queda tan profundamente enraizado que si en un futuro nos encontramos ante el, es posible que vuelvan a florecer sentimientos que nos lleven a reanudarlo.
Como en el primer amor experimentamos sentimientos nuevos, muy intensos y al mismo tiempo encontrados ( miedo y alegría, inseguridad y entrega total; coqueteo y timidez), son motivos por los cuales se le considera inolvidable.
Fuente: www.conmishijos.com
 

El primer amor en la adolescencia

Cuando percibimos que nuestro hijo o hija adolescente puede haberse enamorado, nos embargan todo tipo de inquietudes por la nueva etapa que se inicia. Antes de llegar a esta conclusión, no entendíamos su reserva, la falta de apetito y su salto al escuchar el timbre del teléfono para llegar antes que nadie.
No sabemos cómo abordar el tema, si hablarlo con ellos, o si esto daría mayor importancia al asunto. Otras veces nos lo tomamos con gravedad, pensamos que ese chico o chica será el futuro padre o madre de nuestros nietos. Generalmente, consideramos que todavía son muy pequeños para eso. Pero de pronto, empezamos a recordar lo que nos pasaba a su edad. Poco a poco vamos comprendiendo que han crecido y que debemos respetar los cambios físicos, psíquicos, de intereses en general y de identidad sexual, en particular. Es un momento difícil, no exento de sentimientos encontrados, porque evocamos en nosotros mismos ese periodo tan crítico de la vida.

Cuando el joven se enfrenta a una primera relación amorosa, la teme y la desea al mismo tiempo. Sin saberlo, pone en juego en esa experiencia la muerte de una época vivida. Debe despedirse de su propia infancia.

Claves para saber qué le ocurre

Aceptar el paso. Enamorarse es dar un paso que lejos de resultarle fácil al adolescente, implica hacer uso de muchos recursos psíquicos, algunos conocidos y otros nuevos. Aunque se trate de una circunstancia que él vivencia como única, en realidad mucho antes, siendo púber y aún niño, ya experimentó y presintió a su nivel, el sentimiento amoroso. A diferencia de entonces, existe en su cuerpo la posibilidad fisiológica de ejercitarlo y darle un sentido nuevo.

Hablar de emociones. Ante la inminencia de que se concrete una relación sexual, los padres se angustian y existe el riesgo de que sólo les hablen de las enfermedades de transmisión sexual, del embarazo y la anticoncepción, porque éstos son los temores más habituales y porque a veces es más fácil hablar de estos temas, que de las emociones que la situación provoca.

Se suele cuestionar a los adolescentes que vivan una sexualidad libre de prejuicios. Pero a los adultos también les resulta difícil hablarles del sexo y del amor, por ello tienen parte de la responsabilidad. No se atreven a entablar una conversación sencilla con sus hijos, a veces por prejuicios y otras por sus propios conflictos sexuales irresueltos.

Argumentar opiniones. Si se han enamorado de un chico/a que a los padres no les gusta, conviene que actúen con bastante tacto y paciencia. Si hubiera razones objetivas para el desagrado, es mejor argumentarlo, sin olvidar que a mayor oposición de los padres, mayor es el efecto opuesto al deseado.

Aceptar la primera relación amorosa con naturalidad permite a los hijos depositar su confianza en los padres, pudiendo hacerles partícipes de sus miedos e inseguridades.
 Victoria Queipo
     

    Nuevo diccionario de la Real Academia 
    (para reir y meditar)

    Amor: Palabra de cuatro letras, dos consonantes, dos vocales y dos idiotas.

    Arquitecto: Dícese de un tipo que no fue lo suficientemente macho para ser ingeniero; ni lo suficientemente maricón para ser decorador.

    Bailar: Es la frustración vertical de un deseo horizontal.

    Boy scout: Un niño vestido de estúpido comandado por un verdadero estúpido vestido de niño.

    Busto: Estatua de un hombre sin manos, o parte de las mujeres donde están las manos del hombre.

    Candidato: Persona que obtiene dinero de los ricos y votos de los pobres para protegerlos a unos de los otros.

    Confianza: Vía libre que se le da a una persona para que cometa una serie de abusos.

    Cerebro: Órgano que sirve para que pensemos que pensamos.

    Diplomacia: Arte de decir 'lindo perrito', hasta encontrar una piedra para tirársela.

    Dolor de cabeza: Anticonceptivo mas usado por la mujer de estos tiempos...

    Ginecólogo: Especialista que trabaja en el lugar donde otros se divierten.

    Héroe: Individuo que, a diferencia del resto, no pudo salir corriendo.

    Hombre: Ser masculino que durante sus primeros nueve meses de vida quiere salir de un lugar al que intenta entrar el resto de su vida.

    Indiferencia: Actitud que adopta una mujer hacia un hombre que no le interesa, que es interpretada por el hombre como 'se esta haciendo la difícil'.

    Modestia: Reconocer que uno es perfecto, pero sin decírselo a nadie.

    Ombligo: Especie de timbre que exhiben las mujeres, generalmente en verano y primavera, pero que si lo tocas te atiende el novio.

    Supermodelos: Evidencia de que todos los demás estamos mal hechos.

    Trabajo en equipo: Posibilidad de echarle la culpa a otros.

    sábado, 11 de septiembre de 2010

    Fumar: marihuana y mentolados



    ¿Y si sospecho de mi hijo?

    Considere y marque las respuestas positivas SI
    1.- ¿Su hijo parece retraído, deprimido, cansado y descuidado en su aspecto?
    2.- ¿Lo nota hostil y falto de cooperación?
    3.- ¿Se han deteriorado las relaciones de su hijo con otros miembros de la familia?
    4.- ¿Ha dejado a sus antiguos amigos?
    5.- ¿No le va bien en la escuela? ¿Ha empeorado las notas o la asistencia es irregular?
    6.- ¿Ha perdido interés por los pasatiempos, los deportes u otras actividades?
    7.- ¿Han cambiado sus hábitos de comer o de dormir?
    8.- ¿Usa desodorantes o perfumes para tapar algún olor?
    9.- ¿Tiene actitudes beligerantes ante sus preguntas o reclamos?
    10.- ¿Tiene las pupilas dilatadas? ¿Tiene los ojos colorados?
    11.- ¿Tiene conversaciones telefónicas o encuentros con desconocidos?
    12.- ¿En su casa faltan objetos de valor? ¿Tiene su hijo una necesidad creciente de dinero?
    13.- ¿Está más pálido de lo habitual? ¿Se dejó el pelo descuidado?
    14.- ¿Encuentra usted cajas de cerillas agujereadas en el centro del lomo del envase o cualquier otro artefacto (pinzas, llaves o tubitos) que servirían para fumar la colilla de un cigarrillo sin filtro hasta el final sin quemarse?
    15.- ¿Tiene su hijo papel para armar cigarrillos (en cajita o sueltos)?
    16.- ¿Utiliza colirios para lo ojos?
    17.- ¿Tiene manchas de cigarrillos en los dedos?
    18.- ¿Tiene mal olor, incluso en la vestimenta y en las sábanas?
    19.- ¿Tiene elementos que permitan picar la droga como, por ejemplo, hojas de afeitar, tarjetas duras o cuchillos?
    20.- ¿Tiene elementos que permitan aspirar la droga como, por ejemplo, bolígrafos sin tapas ni tinta, tubitos, pajitas o billetes enrollados?
    21.- Si su hijo se estuviera inyectando posiblemente se detecten cigarrillos de tabaco desarmados dado que se utilizan el filtro, jeringas y algún recipiente pequeño, como cucharas o tapones de bebidas, para preparar la droga.
    22.- ¿La nariz le sangra o gotea a menudo?
    23.- ¿Tiene dificultad para hablar?
    24.- ¿Tiene marcas de pinchazos en brazos o piernas?
    Respuestas Positivas:

    Atención: Debe tenerse en cuenta que algunos de estos síntomas pueden aparecer en jóvenes que no se droguen. No por usar un arito o dejarse el cabello largo, un joven utiliza drogas. Se trata de síntomas a tener en cuenta que deben sumarse a los otros según la siguiente tabla:
    • De 0 a 3 respuestas positivas: No hay problema a la vista.
    • De 3 a 10 respuestas positivas: Alerta, esté atento a la conducta de su hijo y controle sus pertenencias. Consulte si cree necesario con un centro especializado.
    • De 10 a 14: Consulte con un centro especializado. Es probable que su hijo necesite ayuda.
    • 15 o más respuestas positivas: Seguramente su hijo tiene un problema con las drogas y necesita un tratamiento.
    Vaya a este link para saber todo sobre...

    Efectos de la marihuana.: "Los jóvenes que consumen marihuana regularmente tienden a sufrir problemas en el desarrollo cerebral, sobre todo en áreas relacionadas con..."

    Aumenta la nicotina en los cigarrillos
    Las tabacaleras sí que saben cómo crear adicción:
    un nuevo estudio de la Harvard School of Public Health dice que en siete años han aumentado un 11 por ciento la cantidad nicotina en sus productos y han hecho modificaciones para que sus cigarros resulten más adictivos.
    Mientras el Estado lucha contra el tabaquismo, las fábricas se rompen la cabeza para ganar clientes.


    Diseñados para atrapar

    ¿Por qué fumar es más adictivo que ninguna droga? ¿Qué hace tan difícil dejar este mal hábito? La respuesta puede estar en los componentes que los fabricantes agregan a sus productos, que son mucho más que tabaco y papel. Según un estudio dado a conocer por la Harvard School of Public Health (HSPH), desde 1997 los fabricantes de las marcas más vendidas se han dedicado a agregar nicotina, el químico más tóxico y adictivo de los cigarrillos.


    Adolescentes, tabaco y mentol

    El 65% de los menores de edad que fuman optan por los cigarrillos mentolados, que se han demostrado más adictivos y peligrosos para la salud.... lee mas aquí

    Otro enlace interesante:    Cigarrillos mentolados son más adictivos




    jueves, 9 de septiembre de 2010

    Los trastornos de la personalidad

     LA PERSONALIDAD
    Generalidades

    1.1. Definición

    Muchas son las definiciones que se han dado de la personalidad y a pesar de todos los estudios, no se ha logrado precisar con exactitud.

    Generalmente las definiciones dadas se clasifican dentro de tres tendencias:

    1. Considerar la personalidad como efecto exterior que una persona causa en los demás.

    2. Definirla por su esencia y estructura.

    3. Considerarla como algo operacional: por las operaciones que produce.

    No existen definiciones correctas o incorrectas, sino más o menos adecuadas para los objetivos que se pretenden. En nuestro caso vamos a adoptar la definición de W. Allport, "Personalidad es la organización dinámica, en el interior del individuo, de los sistemas psicofísicos que determinan su conducta y su pensamiento característicos."

    Esta definición indica: la personalidad es de naturaleza cambiante: organización dinámica. que es algo interno, no de apariencia externa, que no es exclusivamente mental, ni exclusivamente neurológica sino que su organización exige el funcionamiento de mente y cuerpo como unidad, que los sistemas psicológicos son tendencias determinantes que dirigen y motivan la acción, que la conducta y el pensamiento son característicos de cada individuo, y que en ellos se refleja su adaptación al ambiente, a la vez que son formas de acción sobre él.

    Aunque Allport en su definición no señala ningún sistema concreto, como aclaración que puede ayudar a comprenderla mejor, señalaremos algunos sistemas a los que él se refiere: costumbres, sentimientos, rasgos, creencias, expectativas, estilos de conducta, constitución física, sistema glandular y nervioso.

    En la génesis de toda personalidad se encuentran elementos de origen hereditario y elementos de origen ambiental.

    La herencia proporciona una constitución física y una dotación genética, mediante las cuales se va a captar el mundo y a responder ante él.

    El ambiente proporciona elementos de interpretación, pautas para dar significado a los estímulos, y determinar formas de respuesta.

    La influencia simultánea de lo hereditario y lo ambiental a través del tiempo y del espacio, van dando origen y determinando la personalidad.

    El individuo no nace con una personalidad determinada, sino con cierta dotación que condicionará, en parte, el desarrollo posterior. La personalidad se conquista, se hace, se construye. Las condiciones heredadas se complementan y transforman a través de la experiencia, el aprendizaje, la educación, el trabajo, la fuerza de voluntad, la convivencia y el cultivo de la persona.

    Podemos decir entonces que la Personalidad es la suma de total de todas las disposiciones biológicas, impulsos, instintos hereditarios más las disposiciones adquiridas.

    La Personalidad como organización dinámica cambia con la edad, la profesión u ocupación

    Del sujeto su situación vital, cambios en su medio ambiente etc.

    La personalidad es nuestro ser global lo que somos y lo que podemos ser, el carácter es una expresión externa de esa individualidad o configuración particular que es cada personalidad.



    1.2. Aspectos Fundamentales de la personalidad

    Al tratar de explicar qué es la personalidad, indicábamos que contiene elementos de origen hereditario y ambiental. Estos elementos o factores constitutivos de la personalidad son:

    * La constitución física

    * La temperamento

    * La inteligencia

    * El carácter moral

    Todo ser humano al nacer posee una personalidad "potencial", en cuanto a que tiene los elementos básicos de la misma. Esta potencialidad comenzará a ser realidad cuando se inicie el desarrollo de ciertas características y capacidades, como trabajo intelectual, creatividad, conducta intencional y valores éticos, entre otras, que indican que los diversos elementos de la personalidad están funcionando con cierto nivel de organización.

    Y se puede hablar de personalidad estructurada cuando el individuo logra dinamizar de forma integrada y con autonomía estos aspectos básicos, lo que le llevará a tener una conducta y un pensamiento característicos.

    Una personalidad estructurada dará origen a una identidad firme y sólida.O en otros términos el logro de una identidad personal requiere haber conformado una personalidad estructurada adecuadamente en sus aspectos esenciales.

    1.3. Rasgos de la personalidad

    No son más que las disposiciones persistentes e internas que hacen que el individuo piense, sienta y actué, de manera característica.

    * Teoría de los rasgos.

    Los teóricos de los rasgos rechazan la idea sobre la existencia de unos cuantos tipos muy definidos de personalidad. Señalan que la gente difiere en varias características o rasgos, tales como, dependencia, ansiedad, agresividad y sociabilidad. Todos poseemos estos rasgos pero unos en mayor o menor grado que otros.

    Desde luego es imposible observar los rasgos directamente, no podemos ver la sociabilidad del mismo modo que vemos el cabello largo de una persona, pero si esa persona asiste constantemente a fiestas y a diferentes actividades, podemos concluir con que esa persona posee el rasgo de la sociabilidad.

    Los rasgos pueden calificarse en cardinales, centrales y secundarios.

    * Rasgos cardinales:

    Son relativamente poco frecuentes, son tan generales que influyen en todos los actos de una persona. Un ejemplo de ello podría ser una persona tan egoísta que prácticamente todos sus gestos lo revelan.

    * Rasgos Centrales:

    Son más comunes, y aunque no siempre, a menudo son observables en el comportamiento. Ejemplo, una persona agresiva tal ves no manifieste este rasgo en todas las situaciones.

    * Rasgos secundarios:

    Son atributos que no constituyen una parte vital de la persona pero que intervienen en ciertas situaciones. Un ejemplo de ello puede ser, una persona sumisa que se moleste y pierda los estribos.

    La personalidad es el sello distintivo de cada ser humano, formada por la combinación de rasgos y cualidades distintos.

    Independientemente de las definiciones que han formulado los expertos a lo largo del tiempo, podemos destacar una serie de características en la personalidad.

    1. Consistente. Puesto que la personalidad es un rasgo distintivo de cada persona, éste permanece relativamente estable a lo largo del tiempo, influyendo en su comportamiento. Esto no evita que el individuo pueda cambiar su comportamiento debido a factores ambientales o a las necesidades experimentadas.

    2. Diferenciadora. La personalidad permite identificar a cada individuo como un ser único. Esta característica se traduce en las distintas reacciones que pueden tener las personas ante un mismo estímulo. La personalidad es única por ser una combinación de factores internos, pero si queremos utilizarla como criterio de segmentación, se pueden destacar uno o varios rasgos comunes.

    3. Evolutiva. Aunque la personalidad es un rasgo consistente, puede variar a largo plazo por la interacción con el medio, por las experiencias vividas por el individuo o simplemente, a medida que el individuo va madurando.

    4. No predictiva. La personalidad es una compleja combinación de características y comportamientos que hacen difícil la predicción de la respuesta de los consumidores a los estímulos sugeridos.

    1.4. Las cinco grandes categorías de la personalidad

    a. Extroversion:

    Locuaz, atrevido, activo, bullicioso, vigoroso, positivo, espontáneo, efusivo, enérgico, entusiasta, aventurero, comunicativo, franco, llamativo, ruidoso, dominante, sociable.

    b. Afabilidad:

    Calido, amable, cooperativo, desprendido, flexible, justo, cortés, confiado, indulgente, servicial, agradable, afectuoso, tierno, bondadoso, compasivo, considerado, conforme.

    c. Dependencia:

    Organizado, dependiente, escrupuloso, responsable, trabajador, eficiente, planeador, capaz, deliberado, esmerado, preciso, practico, concienzudo, serio, ahorrativo, confiable.

    d. Estabilidad emocional:

    Impasible, no envidioso, relajado, objetivo, tranquilo, calmado, sereno, bondadoso, estable, satisfecho, seguro, imperturbable, poco exigente, constante, placido, pacifico.

    e. Cultura o inteligencia:

    Inteligente, perceptivo, curioso, imaginativo, analítico, reflexivo, artístico, perspicaz, sagaz, ingenioso, refinado, creativo, sofisticado, bien informado, intelectual, hábil, versátil, original, profundo, culto.

    Los trastornos de la personalidad

    Una personalidad mal formada tiene efectos sobre las emociones, el pensamiento, el comportamiento y las relaciones

    Los trastornos de la personalidad son una patología que afecta a entre el 5% y el 15% de la población. Se dan tanto en hombres como en mujeres e impiden que la persona se adapte a su entorno y generan un importante sufrimiento psicológico. Los primeros síntomas se dan durante la adolescencia o al inicio de la edad adulta. A pesar de que entre la comunidad científica predomina la idea de que su origen se debe a una suma de factores biológicos y ambientales, muchos especialistas consideran que la raíz de estos trastornos hay que buscarla en la infancia. Su tratamiento se realiza, por norma general, con una combinación de psicofarmacología y psicoterapia.


    La personalidad: la manera de ser

    La personalidad es la forma reconocible por uno mismo y por los demás de comportarse y relacionarse con el entorno, la columna vertebral sobre la que se construye toda la vida psicológica. El sufrimiento que generan los trastornos de la personalidad no tiene que ver con circunstancias externas sino que deriva, precisamente, de que la estructura básica no está bien formada. La personalidad se tambalea y la mayor parte de los ámbitos de la vida de la persona se ven afectados: las emociones, el pensamiento, el comportamiento y las relaciones.

    Por este motivo, para diagnosticar un trastorno de la personalidad es necesario descartar que haya factores externos (divorcio, consumo de drogas u otros trastornos) que expliquen los problemas psicológicos. A pesar de que se trata de una patología muy frecuente, no es tan conocida como la depresión o la ansiedad, cuya incidencia en la población es mucho menor. Este desconocimiento provoca que muchas personas sufran un trastorno de la personalidad sin saberlo.

    "Creo que hay muchas personas con trastorno de la personalidad que están sin diagnosticar y que, de manera clara, llevan una vida de no adaptación al medio", según Elisabeth Sogorb, psicóloga especializada en el trastorno límite de la personalidad en la Fundación ACAI-TLP. Aunque no reciban tratamiento, la intensidad de estos trastornos suele disminuir con la edad. Por otro lado, la prevalencia es mayor en ambientes marginales y de desintegración social, y cuando se mejoran las condiciones en estas zonas, las cifras disminuyen.


    Características generales

    Hay algunos trastornos de la personalidad graves, como el trastorno límite y el trastorno narcisista

    Los afectados manifiestan una serie de comportamientos y sentimientos rígidos y desadaptativos que les generan sufrimiento psicológico y problemas en sus relaciones personales. Esta forma de actuar es duradera y no se limita a episodios concretos de su vida. Las primeras señales, a menudo, se observan ya al final de la infancia o durante la adolescencia; y se prolongan durante la madurez. Estas personas creen que su forma de ser es inevitable. Aseguran que, muchas veces, intentan cambiar pero sienten que ello no depende de su voluntad; consideran que son así, que es su forma de ser.

    Actualmente, predomina la idea de que su origen se debe a una suma de factores biológicos y ambientales. De todos modos, muchos expertos consideran que la raíz de estos trastornos hay que buscarla en la infancia.

    "Lo principal son los primeros vínculos del bebé con el entorno: padre y madre. Si se crea un buen apego, la personalidad se puede formar con confianza y se pueden generar buenos relaciones también con el exterior y con las personas de fuera de la familia (colegio, amigos, etc.). Aunque las causas son múltiples: hay aspectos biológicos y genéticos que hacen que la persona sea más vulnerable a padecer un trastorno de la personalidad, ya sea por su extrema sensibilidad o porque es muy reactiva. Y si, además, se forma en un ambiente no contenedor, desestructurado, que no entiende su sensibilidad, se puede producir un trastorno de la personalidad", explica Elisabeth Sogorb.


    Diagnóstico reciente

    No es extraño que estos trastornos sean poco conocidos, porque se empezaron a estudiar hace treinta años, esto es poco tiempo en términos de historia de la ciencia. "Antes no se hablaba de trastorno de la personalidad, sino de personalidad psicopática", explica Joan Romeu, psiquiatra y neurólogo. "De esta manera, se definía a las personas que no sufrían un trastorno mental pero que tenían algunos rasgos psicopatológicos", añade. Da la impresión de que cada vez se diagnostican más trastornos de la personalidad, pero tiene que ver con el aumento de la esperanza de vida.

    La esperanza de vida es mayor y hay más tiempo de sufrir más enfermedades. Además, la población ha aumentado mucho. Algunos trastornos de la personalidad se pueden considerar como formas menos graves de otras enfermedades mentales. Por ejemplo, es el caso del trastorno esquizotípico de la personalidad y el trastorno esquizoide de la personalidad. Son menos graves que la esquizofrenia pero comparten algunos rasgos con ésta.

    Lo mismo sucede con el trastorno de la personalidad obsesiva-compulsiva y el trastorno obsesivo-compulsivo. De todos modos, cabe remarcar que hay algunos trastornos de la personalidad especialmente graves, "como el trastorno límite de la personalidad y el trastorno narcisista de la personalidad", apunta Romeu.


    Tipos de trastornos de la personalidad

    Hay numerosos trastornos de la personalidad con importantes diferencias entre ellos. El DSM-IV (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales), que emplean la mayoría de los psiquiatras y psicólogos, los divide en tres ejes o grupos:


    Grupo A (trastornos raros o excéntricos)
    * Trastorno esquizoide: personas que no necesitan a los demás. Son fríos e introvertidos. Viven muy aislados. Este trastorno comparte muchos rasgos con la esquizofrenia pero es menos grave. Tiene mal pronóstico porque es difícil que la persona que lo sufre se vincule a un tratamiento.
    * Trastorno esquizotípico: las personas que lo padecen tienen relaciones personales muy pobres. Además, se comportan y hablan de una forma rara, tienen ideas alejadas de la realidad, son un poco paranoicos. No hay que confundir este trastorno con la esquizofrenia, porque los esquizotípicos están mucho más conectados con la realidad y no tienen alucinaciones.
    * Trastorno paranoide: los afectados interpretan casi siempre las conductas de los demás como malintencionadas. Son personas muy desconfiadas, irascibles y suspicaces. Intentan comportarse de forma fría y distante con los demás porque tienen miedo de que éstos descubran sus presuntos puntos débiles y se aprovechen de ellos.




    Grupo B (trastornos dramáticos, emocionales o erráticos)

    * Trastorno antisocial: personas sin respeto por las normas sociales o los derechos de los demás. Muchas caen en la delincuencia. Tampoco tienen ningún sentimiento de culpa. Está considerado como uno de los trastornos de la personalidad más difíciles de tratar porque la persona que lo sufre difícilmente reconocerá que tiene un problema. Antiguamente, eran conocidos como "psicópatas". Es frecuente que durante la niñez sufrieran algún tipo de abandono emocional.
    * Trastorno límite: uno de los trastornos de la personalidad más graves porque presenta una alta tasa de suicidio. Se caracteriza por inestabilidad emocional, impulsividad, autoagresiones, intentos de suicidio, sentimientos crónicos de vacío y miedo al abandono real o imaginario. Afecta a tres mujeres por cada hombre. Las personas que lo sufren suelen caer en conductas de riesgo como promiscuidad o consumo de drogas. Algunos estudios señalan que es frecuente que hayan sufrido algún tipo de abuso sexual durante la infancia.
    * Trastorno histriónico: los histriónicos actúan de una forma muy exagerada y dramática porque quieren llamar la atención. Pueden ser personas perfectamente integradas, con muchas relaciones sociales, con éxito laboral. Son seductores, están muy pendientes de lo que los demás piensan de ellos, necesitan ser el centro de atención, son muy expresivos y exagerados con las emociones (los demás suelen tener la sensación de que son muy afectados) y cambian de estado emocional de forma muy rápida en función de sus intereses.
    * Trastorno narcisista: los narcisistas tienen fantasías de grandiosidad y éxito, necesitan llamar constantemente la atención, no pueden empatizar con los demás, necesitan su admiración y son muy pretenciosos y soberbios. Son muy sensibles al fracaso y la crítica. Esperan ser admirados. Y, si no se sienten así, creen que les envidian. Este trastorno puede ser muy grave y es muy difícil de tratar.


    Grupo C (trastornos ansiosos o temerosos)

    * Trastorno dependiente: quienes lo sufren necesitan de manera desesperada a los demás para satisfacer sus necesidades psicológicas, incluso para tomar las decisiones más sencillas y tienen mucho miedo a ser abandonados. No les gusta sentirse solos. Es uno de los trastornos de la personalidad más habituales.
    * Trastorno por evitación: la característica principal es un patrón general de inhibición social y de sentirse inadecuado o fuera de lugar. Sufren por su aislamiento. Los afectados son muy sensibles a las opiniones que los demás tienen de ellas. Pero no responden con rabia si sienten rechazadas, sino que optan por la sumisión. Necesitan gustar a los demás, tienen pánico a hacer el ridículo y evitan el contacto social en la medida de lo posible. Este trastorno se parece mucho a la fobia social, por lo que a veces es difícil de diagnosticar.
    * Trastorno obsesivo-compulsivo: estas personas están muy preocupadas por las reglas, el orden y el control. Tienen muchas dudas y preocupaciones y son muy perfeccionistas, escrupulosos y obstinados. Se quejan de que se sienten invadidos por pensamientos que no pueden controlar. Se da con más frecuencia en los hombres. Suelen mejorar de forma más rápida y evidente que el resto de los trastornos de la personalidad.



    CÓMO SE TRATAN

    En un buen número de casos, los tratamientos de los trastornos de la personalidad son una combinación de psicofarmacología y psicoterapia. Hay síntomas que responden muy bien a los psicofármacos. Por ejemplo, algunos antidepresivos son adecuados para los síntomas obsesivos típicos del trastorno de la personalidad obsesiva-compulsiva. Asimismo, en las personas esquizotípicas se utilizan antipsicóticos. Por otro lado, en muchos de estos trastornos son habituales los síntomas ansiosos o depresivos, por lo que se prescriben ansiolíticos o antidepresivos.

    En todo caso, la mayoría de los expertos coinciden en la importancia de realizar algún tipo de psicoterapia para mejorar el problema de base: la personalidad. Elisabeth Sogorb señala que "los tratamientos de estos trastornos son, sobre todo, psicológicos, ya que lo que se ha de cambiar del paciente es su forma de estar en el mundo, de relacionarse con las personas y con ellos mismos. Lo principal es la terapia psicológica que reciba el paciente, sea de orientación psicoanalítica o de cognitivo-conductual. Lo más importante es que el paciente se sienta cómodo con el terapeuta y que confíe en él para poder trabajar".